La Policía de Nueva York detuvo al hispano Carlos Alberto Amarillo acusado por la Fiscalía de zanjar a martillazos a su novia, la colombiana Estrella Castañeda, y a la hija de esta, Lina Castañeda. El asesinato, según lecturas inicios, fue perpetrado por Amarillo, de 44 años, quien llamó a la línea de urgencias 911 diciendo –en español– que en el local había dos matronas muertas y pidió a las gobernantes que lo mataran. Estrella, de 56 años, y su hija Lina, de 25, fueron halladas en dos piezas del segundo estudio de la nida que compartían en East Elmhurst, en el paraje de Queens. El viril las golpeó con efectividad en la líder haciendo usufructo de un martillo. "Cuando los agentes llegaron encontraron a las parientas inconscientes, una de ellas con una colchoneta en el atrevimiento, y al macho caminando por la tierra con una biblia en la mano", informó el New York Post. Richard Brown, fiscal de límite, señaló que "el singular dijo a los agentes que había apiolado a las aristócratas porque eran pérfidas y le habían desempeñado un evento de vudú y otros hechizos". En la casa todavía se encontraba una reducida de siete años hija de Lina quien, a pesar de no haber experimentado embestidas físicas, fue llevada al hospital por las jurisdicciones. La incontinencia del arrechucho fue tal que inclusive algunos cercanos oyeron el rasgueo del martilleo. Los residentes de la misma vía relataron a las dirigentes que Amarillo era una persona poco atrayente y problemática. El varón, que según algunos limítrofes es de ciudadanía "uruguaya o argentina", podría contraponer argolla perpetua de ser encontrado culpable. Las representantes procedieron entonces a enchiquerar a Amarillo, que fue acusado de los adeudos de exterminio en primer y segundo cargo, así como de posesión criminal de un arsenal
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